Si hace un par de días os hablamos del ranking que elabora el Banco Mundial cada año para ver los países donde es más fácil abrir negocios, hoy vamos a fijarnos en el modelo social de Japón y las facilidades que da este país para que las empresas cierren tratos y se abran negocios de forma fácil y eficaz.
Lo primero que llama la atención es que las estrategias de negocio se proponen a largo plazo y con mucho tiempo de antelación. Se estudia cada escenario posible y hay un plan A, B, C e incluso D para saber cómo reaccionar de forma rápida y efectiva. También influye la consolidación de las empresas dentro de sus fronteras o la importancia que se le da al ámbito laboral dentro de la familia.
En Japón existe un pensamiento de que una empresa se crea para que perdure en el tiempo y se valora antes la longevidad que los beneficios a corto plazo. Esto hace que se cuide con mucho mimo a los trabajadores y los productos que se crean, así como las relaciones comerciales con otros países y entre los proveedores.
¿Sabías que para hacer negocios importantes con una empresa nipona se recomienda un “cortejo” de al menos dos años? Y es que, las empresas japonesas investigan a todos sus posibles socios, analizando su política de empresa, sus tratos, su trayectoria y sus expectativas a largo plazo. De este modo se aseguran de que nunca harán tratos con alguien que pueda perjudicarles por un escándalo o por prácticas moralmente inaceptables.
En Japón existe una gran aversión al riesgo, se valora mucho la inversión en innovación y el espíritu de trabajo en grupo está muy extendido, por lo que todo el mundo rema en la misma dirección.
¿Encuentras diferencias con el modelo de negocio español o de occidente?