Como todos los años, la aseguradora Allianz ha publicado una
nueva edición del Barómetro de Riesgos
2019, en la que es posible conocer cuáles son los principales temores de
las empresas en la actualidad.
Hasta 2.451 expertos
procedentes de 86 países y 31 de ellos de España, han participado en este
informe, con el que es posible saber qué preocupa más a las compañías de hoy en
día.
La pérdida de
beneficios sigue siendo el mayor temor de una pequeña empresa
Durante siete años seguidos (este no ha sido una excepción),
la pérdida de beneficios es el mayor temor que cualquier empresa puede sufrir.
Sin embargo, es más acusado en la
pequeña empresa.
Las grandes compañías pueden asumir pérdidas o reducción de
beneficios sin excesivas consecuencias. Importantes inversiones en una
siguiente etapa del ejercicio fiscal, les permite contrarrestar los efectos de
un mal año.
En una pequeña empresa, sin embargo, la pérdida de beneficios puede ser decisiva en el futuro del local,
comercio o establecimiento. Por ese motivo la inversión debe centrarse siempre
en elementos que permitan mejorar su ratio de beneficios o, como mínimo, la
cantidad de ingresos.
Los ciberataques
cobran importancia entre los temores empresariales
Durante 2018 hemos sido testigos de numerosos ciberataques a grandes compañías
tecnológicas como Facebook.
Las pequeñas y medianas empresas, mucho menos protegidas informáticamente ante este tipo de amenazas, temen
que un ataque de este tipo afecte a todas sus cuentas o atente contra la
privacidad de sus clientes y la información que se tiene de ellos.
Cambios en la
legislación, tercer temor empresarial de la actualidad
En tercera posición de este Barómetro de Riesgos 2019 están los cambios legislativos. Muchas
empresas han sufrido ya las consecuencias de que la ley cambie en contra de sus
intereses comerciales.
A nivel global cuestiones
como el Brexit o el proteccionismo comercial son considerados de mayor
gravedad.
Sin embargo, las
pequeñas y medianas empresas se enfrentan a cambios más discretos, pero que
para ellas podrían resultar un gran revés económico.
Por ejemplo, cambios
en la legislación de terrazas al público, de horario comercial permitido en
festivos o de la adecuación de sistemas de electricidad o gas, podrían requerir
una importante inversión para cualquier pequeña empresa o afectar de forma
notoria a sus beneficios.