El uso de billetes falsos sube casi un 10% en el último año

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El Banco Central Europeo (BCE) ha advertido en su último informe que ha retirado de circulación más de 360.000 billetes falsos sólo en los últimos 6 meses de 2017. Esta cantidad pone de manifiesto el problema al que se enfrentan los comercios, ya que es una subida del 9,7% en menos de medio año y subiendo también un 2,8% respecto a 2016. 

Los pequeños comercios europeos seguirán con las dificultades de recibir dinero falso, ya que el BCE insiste en que el 97,8% de los billetes falsos se mantiene en circulación dentro de los países de la zona euro. 

¿Y por qué decimos que las pequeñas tiendas sufren de forma especialmente intensa el problema de la falsificación de billetes? Pues básicamente porque las grandes superficies tienen un mayor porcentaje de transacciones realizadas con tarjetas de crédito y compras con financiación a plazos, mientras que la mayoría de personas suelen preferir el dinero en efectivo para sus pequeñas compras del día a día. 

Muy pocas personas compran una televisión, un sofá nuevo o un ordenador con dinero en efectivo, lo más común es usar tarjetas o pagarlo a plazos. Pero para comprar en una panadería, ir a la farmacia o comprar carne la estadística nos dice que los consumidores prefieren el efectivo para administrar su presupuesto mejor. 

La economía europea mejora y está aumentando también el número de billetes legales en circulación, lo que dificulta aún más la detección de los billetes falsos y hace que los negocios pierdan una cantidad de dinero que se podría evitar con el uso de algunas medidas de seguridad. 

Los billetes más falsificados vuelven a ser los de 20 y 50 euros (85% del total), después siguen los de 500 euros (2,2%), los de 10 euros (1,8%), los de 5 euros (1%) y, por último, los billetes menos falsificados el año pasado fueron los de 200 euros (0,8%). 

Si tienes un comercio, es hora de implementar nuevas medidas de seguridad y protegerte frente al uso de billetes falsos porque, a pesar de los esfuerzos del Banco Central Europeo, parece que es un problema cuya solución a corto plazo no aparece.