En alguna ocasión os hemos hablado de los beneficios de utilizar sistemas como Cashlogy, que cobran y devuelven el cambio de forma automática a los clientes. Pero ahora, un estudio elaborado por IHL Service Group y avalado por empresas del sector, confirman que reducir el tiempo que los empleados pasan manejando dinero físico es beneficioso para los comercios.
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Mantener el equilibrio entre gastos y beneficios es un juego de titanes que muy pocos empresarios consiguen dominar con firmeza.
Por un lado, cuanto mayor sea el presupuesto, mejor servicio podremos ofrecer al cliente, ya que tendremos la posibilidad de contratar a más personal, reformar nuestras instalaciones o renovar nuestros instrumentos de oficina. Por otro lado, los beneficios son necesarios para que la actividad empresarial continúe en el tiempo, del mismo modo que parte de estos se convertirán en futuras inversiones o provisiones de fondos.
Llegados a este punto, ¿cómo podemos conseguir reducir nuestros gastos sin sacrificar la calidad de la atención al cliente?
Una buena solución consiste en la adopción del sistema Cashlogy. Un sistema que recibe el dinero en billetes o monedas y devuelve el cambio exacto, reduciendo las colas para pagar y mejorando el tiempo que esperan los clientes para completar su compra. Además, Cashlogy se puede integrar con el TPV, agilizando el proceso de cobro en todos los niveles.
La tecnología de Cashlogy está pensada para ser un punto estratégico en el funcionamiento diario de un pequeño comercio. Ya sea una pescadería, una farmacia o una librería, este sistema reducirá la cantidad de dinero que se pierde anualmente debido a los descuadres de caja y a los errores al cobrar a los clientes.
No sólo el cliente gana rapidez y seguridad, sino que los dependientes pueden enfocar el 100% de su atención en prestar una atención más personalizada, en vez de estar sometidos a un estrés continuo y centrarse en el dinero que hay en la caja. Y es que, una de las ventajas principales de este sistema es que Cashlogy es capaz de detectar el fraude de monedas y billetes falsos (superando con éxito el test antifraude marcado por la Comisión Europea).
Otra de las características por las que destaca es que, para garantizar que el servicio se mantiene de forma indefinida, Cashlogy dispone de alarmas de pre-vacío y pre-lleno para avisar de que el stock de billetes y monedas está al límite, evitando así que el dispositivo se detenga.
A pesar de el avance imparable de las tarjetas de crédito y otras soluciones de pago, el dinero en efectivo sigue siendo el método favorito de la mayoría de ciudadanos. El porcentaje de personas que utilizan efectivo sube aún más cuando hablamos de pequeños negocios como panaderías, carnicerías, farmacias, o también por ejemplo de gasolineras.
Con un volumen tan alto de dinero en efectivo no es de extrañar que una de las mayores preocupaciones que tienen los empresarios y los propios trabajadores sea la seguridad. No hablamos sólo de riesgo ante un robo, sino que los pequeños errores en el día a día pueden alterar de forma significativa los resultados de contabilidad anuales.
La mejor forma de reducir el riesgo de usar dinero en efectivo es utilizando herramientas como Cashlogy, un producto diseñado por Azkoyen y que automatiza el proceso de cobro, reduciendo el tiempo de espera y eliminando por completo los errores al cobrar una compra.
Uno de los mejores ejemplos es el modelo POS 1000, que destaca por su fiabilidad, rapidez y facilidad de uso. Además, Azkoyen ha fabricado íntegramente este producto, controlando desde el diseño hasta el desarrollo del software. Esto hace que el mantenimiento de la máquina sea mínimo y su vida útil aumente de forma considerable; por un lado ahorramos dinero al reducir los descuadres de caja y, por otro, reducimos los costes al utilizar un sistema de pago moderno y con mejor rendimiento que una caja tradicional.
Hay empresas tecnológicas que están intentando implementar el pago con teléfonos móviles, pero tanto en Estados Unidos como en Europa el éxito de esta tecnología está siendo reducida. El grueso de la población siguen prefiriendo el uso de dinero en efectivo para sus compras diarias, reservando el pago electrónico para las compras online.
Cashlogy es una solución empresarial que aumenta la productividad de los negocios. Mientras que se reduce el tiempo que se tarda en cobrar a un cliente, que ahora es automático, los dependientes pueden enfocar su atención a mejorar el servicio de atención al cliente.
Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta una empresa es a la gestión y control de las operaciones de venta. Es literalmente incompatible aumentar el flujo de caja sin que se resienta la capacidad de gestión de nuestro negocio.
Es por ello que vamos a repasar en este blog algunos de los problemas más comunes a los que se enfrenta un negocio tradicional, hostelería, farmacias o cualquier otro. Así como la solución propuesta por Azkoyen, pionera en la industria y que soluciona de forma inteligente los problemas de cuadre de caja.
¿Conocéis el término Cashlogy? Se trata de un cajón inteligente, desarrollado por Azkoyen, y que automatiza los procesos de gestión de efectivo y simplifica su uso.
El funcionamiento de Cashlogy es sencillo: El cliente inserta un billete y la máquina devuelve el cambio exacto, eliminando el factor humano y los posibles errores en la transacción.
Una de las cosas que desconoce el público general es que las grandes empresas incluyen en su cuenta de resultados las pérdidas por errores en el cobro de productos por factor humano. Un porcentaje asumible para una multinacional pero que puede hacer daño a un negocio medio o pequeño.
Eliminando la gestión de dinero en efectivo de vuestros dependientes y, automatizando el pago con Cashlogy, aumentará la seguridad de vuestro negocio, tendréis la cuenta siempre cuadrada y podréis ofrecer a vuestros empleados turnos de trabajo más flexibles. Sin olvidar de que el entorno se vuelve más higiénico para los clientes.
Cashlogy ofrece beneficios en todos los niveles del organigrama laboral:
– El cliente ahorra tiempo al evitar colas pagando su compra.
– El vendedor reduce su estrés al cobrar más rápido y al no tener que estar pendiente de que no se equivoca dando el cambio, o tener que cuadrar la caja al final de la jornada.
– El dueño del negocio tiene la tranquilidad de que el dinero en efectivo está seguro, se reducen los riesgos de robo, los errores de cobro y aumentan las ventas y la productividad.
Al final del día, lo que realmente importa es que utilizando Cashlogy aumentaréis las ventas con un servicio al cliente más eficaz y sin riesgos.
