Con la llegada de la Navidad muchos son los ayuntamientos que se están dando prisa en peatonalizar las calles principales de las ciudades para potenciar el comercio.
Y es que cada vez son más las asociaciones de empresarios y vecinos que piden que haya más calles cortadas al tráfico, no sólo ya para favorecer al comercio local, sino porque la calidad de vida de los vecinos aumenta de forma considerable.
Cuando una calle se hace peatonal el valor de las viviendas y los locales comerciales sube, tanto para los comercios como para vivir allí. Y es que, ¿a quién no le gusta vivir en una calle tranquila donde no se escucha el tráfico pasar y donde nuestros hijos pueden jugar sin que los atropellen?
Tras un estudio del Ayuntamiento de Madrid, las calles del centro que se han cerrado al tráfico han visto como el precio del metro cuadrado ha subido entre un 14 y un 21% de forma inmediata.
Otra opción, cuando no se puede cortar el tráfico por completo, es hacer las calles semi peatonales.
¿Qué es una calle semi peatonal?
Hay ocasiones que por la complejidad del tráfico no se puede cerrar una calle totalmente al público. Un ejemplo muy conocido es el de la Gran Vía de Madrid, que se cierra de forma parcial al público en Navidad y que a partir de este año se va a dejar cerrada al tráfico de forma permanente.
La diferencia de las calles semi peatonales es que se reserva algún carril para el paso de taxis, transporte público, policías, servicios de emergencia y ambulancias. En Madrid hay 6 carriles (3 en cada dirección), que a partir del mes que viene pasarán a ser sólo 1 carril en cada dirección.
De esta forma, las aceras se pueden ampliar, los negocios de restauración pueden instalar terrazas, bancos, y la afluencia de peatones sube de forma directa.