Emitir facturas electrónicas forma parte del día a día de cualquier comercio de la era digital. Cada vez usamos menos el papel y abrazamos la digitalización del comercio como forma de agilizar los procesos de compra, ahorrar dinero en costes y simplificar el sistema contable en general.
Todavía se pueden emitir facturas electrónicas y físicas a la vez pero no es común, la mayoría de comercios prefieren la factura electrónica por su rapidez y facilidad de transmisión. Una factura electrónica se emite de forma automática y llega prácticamente al instante al correo electrónico u otras apps con ese fin, incluso antes de validar el pago.
Tanto las facturas electrónicas como las de papel tienen la misma validez legal, siendo el cliente el que tiene que elegir el formato y dar su consentimiento, una aceptación con la que se compromete a que tiene medios para descargar y visualizar la factura sin problemas.
En los pequeños comercios, las facturas electrónicas avanzan a pasos agigantados y ya son muchos los que de forma sistemática las prefieren frente al papel. Eso sí, por ley todos los comercios tienen que tener disponible la emisión de factura en papel si el cliente lo pide de forma expresa ya que, aunque la penetración de teléfonos móviles e internet en España es muy alta, aún quedan millones de personas que no pueden (o no saben) usar este tipo de dispositivos.
¿Cómo sueles preferir que te den la factura? ¿Alguna vez te has encontrado con algún problema al pedir una factura electrónica o en papel? Comparte con nosotros tu opinión sobre este tema y las cosas que crees que pueden mejorar tanto en la Administración Pública como en el comercio local.