El Banco de Inglaterra sigue con un ambicioso programa para reducir al mínimo la cantidad de billetes falsos que hay en circulación. Para ello, ya introdujo hace poco un nuevo billete de 5 libras hecho de plástico, muy difícil de romper, y con múltiples medidas de seguridad secretas. Ahora, es el turno de los billetes de 10 libras.
Esta iniciativa del BoE, llamada “Banknote Checking Scheme”, tiene la intención de promover el uso de detectores de billetes falsos en los comercios pequeños. Y es que, si bien es cierto que los centros comerciales y las grandes franquicias ya los usan, el grueso de los negocios de barrio no suele tomar ningún tipo de medida para protegerse.
Este enfoque en la formación, señalando los problemas más comunes y los puntos clave para la detección de papel moneda falso, será complementada con un organismo específico al que podrán dirigirse todos los comerciantes afectados para que el Banco de Inglaterra tome cartas en el asunto.
Otro de los factores que se quieren potenciar es la relación de los bancos locales con los comercios. Se quiere recuperar la relación que había antes en las ciudades pequeñas, donde cada persona acudía a un asesor bancario de confianza y a la que podía pedir ayuda cuando se detectan este tipo de problemas.
Sólo entre finales de 2016 y hasta junio de 2017 se detectaron más de 237.000 billetes falsos en Reino Unido con un valor de 4,8 millones de libras. El billete más falsificado es el de 20 libras y, precisamente con este, el Banco de Inglaterra se está tomando su tiempo para ver cómo pueden proteger mejor a los ciudadanos.