Los autónomos y pequeños comerciantes llevan años denunciando una situación de desamparo que próximamente podría ser remediada. Si hasta ahora todos los autónomos tienen que pagar una cuota aproximada de 275€ sin importar los ingresos, el nuevo Gobierno de España estaría barajando importantes cambios para este colectivo.
Y es que, una de las quejas más repetidas que señalan tanto los propios afectados como los inspectores de Hacienda es que una de las causas de la economía sumergida en España es la desigualdad fiscal que existe en el sector. Mientras que una multinacional cuenta con ayudas fiscales elevadas y tiene los medios para crear un entramado societario para evadir impuestos en origen (véase el caso de las tecnológicas en Irlanda), un autónomo no tiene la capacidad para competir en igualdad de condiciones.
Hay una gran cantidad de pequeños comercios que soportan una carga fiscal elevada que pone en peligro su actividad. Porque no sólo hablamos de la cuota de autónomos, sino del pago a cuenta de IRPF o el abono del IVA de facturas impagadas, una situación que hace que alguien tenga que facturar más de 3000€ al mes para ganar un sueldo “mileurista” después de impuestos.
Mientras que en países como Reino Unido se pagan 14€ al mes si los ingresos son inferiores a 600€ al mes y la cuota sube a un máximo de 58€ a partir de los 6.000€. En Alemania no se paga nada si no se superan los 1.700€ de facturación al mes, y en Holanda se paga una tarifa estándar de 50€ al año por ser autónomo.
En España 2 de cada 3 puestos de trabajo son generados por los autónomos, ¿no deberíamos proteger más una figura que crea riqueza y ayuda a mantener el Estado del Bienestar?