¿Qué está pasando con el pequeño comercio? Según el último informe de Consumo, las ventas durante el período de rebajas han caído un 0,1% cuando las previsiones del sector eran de un aumento de más del 5%.
Si bien es cierto que el dato no resulta del todo alarmante porque la caída es leve, la verdad es que las cifras que han lastrado el conjunto del sector han sido sólo las del pequeño comercio, porque las grandes superficies sí han tenido unas ventas estupendas en rebajas.
Actualmente, cada vez más personas se decantan por hacer sus compras en los comercios de siempre. Pero, ¿por qué bajan las ventas en el pequeño comercio si cada vez más gente los apoya?
La explicación es sencilla: El pequeño comercio tiene dificultades para adaptarse al entorno tecnológico y no puede competir en igualdad de condiciones con las grandes superficies.
Aunque comprar en tiendas medianas y pequeñas tiene ventajas que una gran superficie no puede igualar, los descuentos y la logística que estas últimas ofrecen están haciendo daño a los comercios tradicionales.
El pequeño comercio tiene que invertir dinero en cambiar la experiencia de los clientes. Adaptar sus terminales para aceptar pagos móviles, introducir sistemas de pago como Cashlogy, crear su propia tienda online, aumentar su presencia en las redes sociales y modificar su calendario de ofertas y rebajas.
Otro factor a tener en cuenta es que, con la entrada de cadenas de distribución que hacen ofertas a diario, las rebajas tradicionales han perdido el sentido.
Si las rebajas de enero no funcionan y el pequeño comercio quiere seguir siendo competitivo tendrá que adaptarse a las exigencias del mercado. Las ventas que se están experimentando en días como el Black Friday, Ciber Monday o los Días sin IVA son tan altas que confirman que la gran mayoría de usuarios prefieren este tipo de ofertas a las rebajas típicas de enero y julio.