El packaging sostenible se ha convertido en una herramienta muy potente en el mundo del marketing. Los consumidores están cada vez más concienciados con todo lo que rodea el cuidado del medio ambiente y la reducción de residuos generados, de forma que una empresa que usa packaging ecológico y sostenible ganará puntos a favor de forma casi inmediata.
El consumismo desenfrenado al que nos hemos acostumbrado suma más detractores en cada nueva temporada, algo que no ayuda precisamente a unos comercios que han visto tambalear sus cuentas durante la crisis del COVID o con los cambios de hábitos de consumo de sus clientes. Los embalajes sostenibles tienen la capacidad de revertir esta percepción negativa y de volver a atraer a esa parte de los consumidores que es reacia a comprar y consumir sin control.
Una de las características más apreciadas de este segmento de consumidores (comprometidos con el medio ambiente) es que la mayoría están dispuestos a pagar más dinero si saben que su compra tiene una acción beneficiosa a nivel social y ambiental o, al menos, un impacto muy reducido.
El uso de packaging ecológico y la introducción de materiales sostenibles en todas las áreas posibles de tu negocio impulsará de forma positiva tus ventas, potenciando tu valor de marca y realizando una buena inversión en branding de forma indirecta durante cada proceso de compra.
El mercado está cambiando y la sociedad no se queda atrás. Las ventas de coches eléctricos crece con fuerza, la legislación europea le ha declarado la guerra al plástico y a los combustibles fósiles, y las personas de a pie queremos que cambien muchas cosas en relación a la seguridad medioambiental.
Solo hace falta darse una vuelta por un centro comercial para ver como muchas tiendas ya solo ofrecen bolsas de papel reciclable, hay puntos de carga eléctricos, la iluminación es de bajo consumo y muchas personas llevan bolsas de tela reutilizables como accesorios de moda.
¿Sabías que McDonald ha dejado de dar tapas y pajitas de plástico con sus bebidas? El cambio ya está aquí y la carrera para adoptar materiales de packaging sostenible no tiene previsto frenar sino que acelera con el paso del tiempo.