Modernizar un mercado municipal para seguir ofreciendo los mejores productos frescos de forma eficiente y responder a la demanda de los consumidores es una estrategia que se ha implementado con mucho éxito en ciudades como Madrid (Mercado de San Miguel) o Barcelona (La Boquería) y que han ayudado a reactivar la vida del barrio.
Aunque los más jóvenes pueden preguntarse qué es un mercado municipal, lo cierto es que hasta no hace mucho estos emplazamientos eran el centro neurálgico comercial de cada ciudad. Los mercados municipales siempre han estado ubicados en puntos estratégicos, contaban con una gran cantidad de puestos llenos de productos frescos y en los últimos años no han parado de hacer mejoras para resurgir de sus cenizas.
Incluso los pagos en efectivo en mercado municipal han avanzado mucho gracias al uso de los cajones de cobro inteligentes, que reducen las colas y permiten que cada puesto atienda a más personas en menos tiempo.
La digitalización, la orientación de los mercados municipales al turismo gastronómico y el apoyo al pequeño comercio ha hecho que este tipo de comercio urbano de proximidad esté conquistando cada vez más terreno y ganando de vuelta a los usuarios que antes iban a los centros comerciales de las afueras.
La gestión del pago en efectivo en mercado es una de las ventajas más llamativas porque los mercados municipales de hoy poco tienen que ver con los de antes. Ahora hay zonas gourmet, espacios para comer o tomar copas, terrazas chill out, música, se ofrecen productos típicos de la zona y se atrae a todo tipo de público gracias al nuevo enfoque que busca conseguir que los mercados municipales sean una experiencia de valor a la hora de consumir productos de la zona.
En Cashlogy siempre hemos remarcado que apoyar el comercio local es una de las mejores formas que hay de mantener vivas las ciudades. Ahora, gracias a la innovación de los mercados municipales, el comercio urbano está más vibrante y lleno de vida que nunca.