Cuando analizamos datos sobre el pequeño comercio y las tiendas tradicionales de toda la vida, resulta curioso ver como España se está desmarcando del resto del mundo. Mientras que los medios de comunicación de Estados Unidos señalaban la semana pasada que el ascenso del comercio online y de los grandes distribuidores por internet están destruyendo el comercio minorista, en España los pequeños comercios encadenan 3 años seguidos de crecimiento.
Sólo en el mes de mayo hemos visto como las ventas de las tiendas pequeñas han crecido un 3,8% respecto al mismo mes de 2016. Pero, ¿qué es lo que está invirtiendo la tendencia global en nuestro país?
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) el aumento continuado de turistas es lo que hace que las ventas de los pequeños comercios suban. En 2017 se espera que recibamos alrededor de un 11% más de turistas que el año pasado. Un dato que, junto con el aumento del gasto por persona, identifica de forma sencilla la causa del aumento de los ingresos.
Lo cierto es que las ventas online también están creciendo en España, lo que ocurre es que el flujo de turistas es tan alto que compensa con creces las pérdidas de las personas que compran en internet. En todo caso, España sigue estando muy por detrás en comercio online que otros países como Inglaterra, Francia o Alemania.
Otro dato positivo para nuestra economía es que el descenso del paro también se está acelerando y el comercio minorista ha sido uno de los sectores que más contratos está realizando.
Está claro que a los turistas ya no sólo les interesa nuestro clima o la gastronomía local, ahora también disfrutan paseando y visitando los negocios de la zona.