Según el último informe del Banco Central Europeo (BCE), el flujo de capital en efectivo que trae el turismo es tan alto que países como Alemania podrían tener que pagar una compensación a España.
El bundesbank alemán emite más dinero en efectivo del que le corresponde y el desequilibrio es tal que influye en las estadísticas españolas, donde el uso del dinero en efectivo ya es alto de por sí.
A pesar de los esfuerzos del BCE, la gran mayoría de la población prefiere seguir usando el dinero en metálico para pagar en los comercios y en sus operaciones del día a día.
¿Qué motivos dan los ciudadanos para usar el dinero en efectivo por encima de las tarjetas de crédito?
Vamos a repasar las causas de este comportamiento según los datos del BCE:
1. Seguridad: Tener dinero en efectivo es la única forma de tener recursos si fallan las tarjetas o el sistema electrónico se cae.
2. Privacidad: A nadie le gusta que se sepa en qué gasta su dinero. Pero además, con la irrupción de las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales, la sensación de falta de privacidad ha ido creciendo, por lo que comprar sin dejar rastro se está volviendo todo un placer.
3. Tradición: Aunque sorprenda, un gran número de los encuestados dicen que usan el dinero en efectivo porque les encanta, y añaden que la experiencia de comprar con tarjeta de crédito o pagos móviles no les gusta. Literalmente, el dinero en efectivo genera pasiones.
Cada país tiene asignado un límite de divisas y billetes, pero en el caso de Alemania, como gastan una gran parte en otros países haciendo turismo, se ven forzados a imprimir nuevos billetes de forma constante.
Con un panorama así, no es de extrañar que Cashlogy triunfe en el pequeño comercio. Por un lado, la comodidad de que los empleados no tienen que estar pendientes de la caja y, por otro, porque el dueño del negocio sabe que ni recibirán billetes falsos ni habrá errores al devolver el cambio.