El analista Ernie Deyle, con el apoyo de Checkpoint Systems ha determinado que el nivel de asaltos y hurtos en los comercios está aumentando a un ritmo alarmante.
A nivel mundial, España ocupa la sexta posición de los países donde hay más hurtos en los comercios minoristas, ocupando el tercer lugar si reducimos el estudio a Europa. Y el problema de los robos es que afecta a todos: tiendas de ropa, joyerías, farmacias, tiendas de bricolaje o cualquier tipo de negocio familiar o de gran distribución.
Es difícil evitar que se roben artículos que están al alcance de la mano de todos los clientes. Pero, ¿no podemos hacer algo con el dinero en efectivo que hay en las cajas registradoras?
Instalando sistemas de cobro automático como Cashlogy evitamos que los empleados puedan ser extorsionados para robar el dinero, también se evitan los errores al cobrar o la falsificación de dinero, ya que Cashlogy incorpora un sistema que detecta los billetes falsos. Algo muy importante si tenemos en cuenta que en España, los errores administrativos suponen un 25% de las pérdidas anuales, una cifra por encima del fraude a proveedores que baja del 20 al 5%.
El coste de la delincuencia supone un 2,21% de la facturación de todos los comercios de España. Una cifra que se traduce en 4.144 millones de euros y que podrían ser beneficios reinvertidos en mejorar las infraestructuras de cada negocio y el servicio de atención al cliente.
Las grandes superficies cuentan con una infraestructura fiscal que les permite anticiparse a los robos y diluir ese porcentaje extra en el precio de los artículos. Pero un comercio familiar no tiene la misma capacidad para afrontar pérdidas importantes. No hace el mismo daño si alguien roba la caja de unos grandes almacenes (donde hay 65 cajas más) que en una farmacia donde hay 2 empleados.