Los costes de una empresa son uno de los pilares que conforman cualquier tipo de negocio. Es una variante sensible, cambiante y que dependiendo de su tamaño pueden hacer que un negocio sea viable o no.
Existen diferentes tipos de costes de la empresa, siendo los más comunes los costes fijos y los costes variables, aunque también hay otros grupos y subgrupos como los costes de administración, coste social, costes financieros, costes de distribución y venta.
Los costes fijos y variables de una empresa se pueden alterar con inversiones en logística como el uso de los cajones de cobro automático. Aunque aumenta el coste de adquisición de equipos, este se compensa con creces al reducir tiempo, coste de tener a trabajadores en caja y además permite que los negocios amplíen su horario de atención al público.
Además de estos beneficios, las cajas automáticas de cobro como Cashlogy reducen los costes financieros y administrativos porque tienen una app desde la que se pueden controlar las ventas, ver estadísticas y conocer en tiempo real el estado de la caja sin tener que recurrir a gestores o trabajadores extras encargados de cuadrar de forma manual la caja.
Otro tipo de costes a tener en cuenta son los directos y los indirectos. Por un lado tenemos los costes directos que son los nombrados arriba pero, por otra parte, no podemos olvidarnos de que a veces hay costes “escondidos” como pueden ser la depreciación de la maquinaria o de un local comercial.
Por último, los costes sociales de una empresa y el coste histórico son dos partidas de gasto de las que nunca se suele hablar en las reuniones pero que están cada vez más presentes.
¿Conoces bien todos los tipos de costes que hay dentro de una empresa? Si quieres que ampliemos información sobre cada uno de los tipos déjanos un comentario.