Con una previsión de gasto por habitante de 89€, una cifra que sube un 9% respecto a la cantidad de 2017, cada vez son más los comercios que confían en el Black Friday para elevar sus ventas y dar comienzo al período más importante del año para las tiendas.
El Black Friday se ha convertido en un punto de partida clave para la campaña de Navidad, hasta el punto de que ha conseguido adelantar varias semanas el comienzo de la temporada fuerte de ventas, multiplicando el consumo gracias a los descuentos tan agresivos que aplican algunas tiendas.
¿Sabías que en 2017 el éxito del Black Friday fue tan grande que afectó a las típicas Rebajas de siempre? Tanta gente compró durante el Black Friday que el público en general no sintió interés por las Rebajas, haciendo que el comercio español haya tenido que replantear su estrategia durante 2018.
Como su propio nombre indica, el Black Friday es un día (varios en España) en el que las ventas aumentan tanto que muchos comercios que estaban en números rojos pasan a tener un balance positivo, lo que en Contabilidad se traduce como números negros.
Este momento de gran consumo atrae a todo tipo de compradores, con perfiles muy distintos, pero con el denominador común de que miles de personas llevan meses aplazando sus comprar para realizarlas durante el Black Friday y aprovechar los descuentos.
Lo que está claro es que la generación millenial ha vuelto a conseguir modificar los parámetros de consumo de la sociedad, dejando claro que se están convirtiendo en la generación con el poder adquisitivo más fuerte, sustituyendo poco a poco a los baby boomers.