Las pequeñas empresas tienen muchos frentes abiertos de los que preocuparse, tanto a diario como a medio y largo plazo.
La seguridad informática no suele estar entre sus prioridades, tanto por desconocimiento de las soluciones a aplicar, como también por confianza. Muchas pymes creen que los problemas de seguridad digital afectan sobre todo a grandes empresas.
Sin embargo, los ataques informáticos no se hacen siempre de una forma parcial, sino que a veces se realizan de manera indiscriminada. Es entonces cuando una pequeña empresa se ve vulnerable a un problema de seguridad informática, que puede amenazar su negocio.
Prevención en la red de una pequeña empresa
El primer mecanismo de seguridad digital es el de la prevención. Toda empresa que utilice dispositivos conectados a Internet posee una red informática, por lo que también es vulnerable a un ataque.
Unas sencillas buenas prácticas pueden evitar que un virus o un ciberdelincuente entre en el sistema. Por ejemplo, hay que evitar abrir correos de origen desconocido, sobre todo con archivos adjuntos o que soliciten hacer clic en un enlace o descargar un programa.
Las contraseñas deberían cambiarse periódicamente y hacerlo mediante algoritmos no predecibles.
Por supuesto, se recomienda no instalar software que no tenga una procedencia completamente segura y legal. Con ello no solo protegeremos nuestra información digitalizada, sino que además evitaremos sobrecarga en la conexión y todo funcionará más rápido.
Sistemas de seguridad digital para pequeñas empresas
Además de las acciones particulares, las pequeñas empresas también pueden poner trabas a la intrusión en sistemas informáticos, invirtiendo en seguridad digital.
Los antivirus deben constituir parte del presupuesto de gastos empresariales, además hay que tener en cuenta que debe dedicarse tiempo y recursos a su aprovechamiento, sobre todo cuando surge un problema.
La seguridad informática contratada debe afectar no solo a la red en general, sino a los dispositivos móviles controlados por remoto, a las carpetas y bases de datos, así como a cada archivo individual. Todo debe contar con la protección digital adecuada.
Estos sistemas de seguridad, además, deben incluir mecanismos de resolución de problemas, como carga de bases de datos anteriores, los denominados parches o herramientas de administración de sistemas, con el fin de que si alguna vez el ataque informático se produce, sea posible recuperar información perdida y volver a protegerla debidamente.