El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado los últimos datos sobre el estado de la industria y los negocios en España y las cifras no pueden ser más halagüeñas. A nivel nacional la cifra de negocios ha crecido un 0,2%, pero en regiones como en Andalucía se ha disparado un 2,6%, muy por encima de la media europea.
Otro de los datos más llamativos es que la entrada de pedidos ha subido un 3,2%, lo que significa que todos los pequeños y medianos negocios se están viendo especialmente beneficiados por el aumento de la demanda tanto interna como debido al turismo. Esto coloca a regiones como Andalucía a la cabeza del país, algo que se necesitaba con urgencia al ser una zona tradicionalmente débil a nivel comercial e industrial.
Es cierto que estos datos macroeconómicos hay que tomarlos con pinzas porque en muchas ocasiones que sean positivos no significa que los ciudadanos de a pie notemos la recuperación. Pero en este caso, los pequeños negocios están viendo como el interés de los consumidores los vuelve a poner en el punto de mira del gasto privado.
La balanza ha girado con tanta fuerza que incluso gigantes como Carrefour, que llevaban varios encadenando descensos, ha cambiado de raíz su política de ventas y expansión, cerrando grandes superficies y haciendo decenas de pequeños establecimientos para competir en el centro de las ciudades.
¿Qué significa esto? Pues que el consumidor de siempre está cansado de ir a los centros comerciales y comparte una sensación de agotamiento generalizada. Para qué conducir 40 minutos, hacer 1 hora de cola si al lado de casa tienes el 90% de lo que necesitas en las tiendas del barrio y el resto te lo trae el repartidor.