A pesar de que la sociedad se está volviendo individualista para algunas cuestiones, cuando se trata del medio ambiente y de la responsabilidad social estamos viendo esfuerzos notables tanto a nivel personal, institucional como del sector privado.
Para las empresas, la inversión social ya no es un elemento que esté de moda, sino que se ha integrado en la filosofía de cada negocio y forma una parte esencial del alma de cada pequeño comercio o gran empresa.
Según el índice de las Naciones Unidas, en los últimos 5 años la inversión en responsabilidad social se ha multiplicado por 6. Una cifra que sorprende y que deja en evidencia la importancia que tiene para los pequeños negocios seguir la estela de las grandes empresas por los buenos resultados que están obteniendo.
Uno de los conceptos que tenemos que absorber es que los criterios medioambientales y sociales son beneficiosos para todo el mundo, ya sea un negocio pequeño o una corporación millonaria. El público es cada vez más exigente y analiza incluso las cadenas de suministro, organizándose para apoyar o hacer boicott masivo a una empresa si no comparte sus valores.
En plena era tecnológica y con las redes sociales cambiando las reglas del juego continuamente, no solo hemos visto revoluciones políticas, sino que a diario hay grupos de personas que se unen para presionar a gobiernos y empresas para que cambien su forma de trabajar.
Un buen ejemplo es la situación de España, que ha visto como en menos de 10 años los fondos de responsabilidad social y medioambiental se han multiplicado para pasar de 35.000 a más de 200.000 millones de euros.
Si quieres que tu negocio disfrute de buena salud, es clave que analices el funcionamiento de tu día a día y veas qué puedes hacer para luchar contra el cambio climático y ayudes al desarrollo sostenible.