Es hablar con Pili Borràs y no tener dudas de que la mejor inversión que ha hecho en su nuevo puesto del Mercat Central de Tarragona es la de Cashlogy. Se le dibuja una sonrisa en la cara y lo dice abiertamente. Solo habla maravillas de la máquina. Gracias a ella, ha ganado en tranquilidad porque los números siempre cuadran, y ganado en tiempo para preparar las viandas que vende a un público fiel en su tienda gourmet, ya que se ahorra el farragoso proceso de controlar las cuentas.
"Es tan fácil de usar que después no me costó nada explicar cómo iba a los otros cuatro trabajadores que tenemos"
La responsable de Pollastres Pili apostó por Cashlogy porque la firma le daba “garantías”. Y las expectativas se cumplieron desde el primer minuto, en marzo de 2017, cuando acudió a una presentación del producto y, pocos días después, convencida de que le iba a ayudar en su día a día, a la breve formación para conocer su funcionamiento. “Es tan fácil de usar que
después no me costó nada explicar cómo iba a los otros cuatro trabajadores que tenemos”, recuerda Borràs.
Está contenta con Cashlogy. “Y eso que cuesta un dinero y pagas un mantenimiento que, por otra parte, es diligente y efectivo porque resuelven cualquier duda o problema rápidamente”, asegura. Cashlogy le sale muy a cuenta a esta mujer que regenta este negocio familiar que en octubre de 2018 cumplirá 40 años. Lo que fue una pollería de toda la vida ha pasado ahora a vender embutidos, quesos, caldos, especias, aceites aromatizados, tés… Todo ello ecológico. Sigue con el pollo, claro está, en este caso no siempre ecológico: normal, de corral… Y con esta ave, Pili y su equipo hacen de todo: pechugas, patas, filetes, marinados, rebozados, hamburguesas…
Cashlogy se ha convertido en una herramienta vital para ellos, pues los libera de la tarea de contar, cobrar, cambiar y cuadrar dinero. “Además de ser muy importante que los números siempre coincidan al céntimo, que nunca falle y te aporte tranquilidad, ganas tiempo para tratar con los proveedores, trabajar el producto, gestionar el personal, estar más y mejor por el cliente… Eso siempre beneficia al negocio”, valora Borràs. “Cuando pienso en cuando lo hacía todo manual y en el tiempo que me ocupaba…”.
Además, le gusta que Cashlogy le ayude a controlar qué productos vende más y cuáles menos. “Eso me sirve para conocer mejor los gustos de la clientela y comprar unas cosas más que otras la próxima vez”, comenta. Un control, como el cuadre de caja, que puede hacer en cualquier momento.
Definitivamente, Borràs se ha rendido a Cashlogy. “Ya no usamos ningún otro sistema para cobrar, así que si se estropea la máquina tenemos una caja de caudales muy antigua”. ¿Hay algún ejemplo más gráfico de cómo adaptarse a los nuevos tiempos para salir ganando?
Descargar caso de éxito
¿Quieres ser más rentable?
¿Quieres ser más rentable?