Pepe Roses tiene las ideas muy claras. De ahí que el negocio que abrieron sus padres hace medio siglo en Murcia, Pastelería Confitería Roses, funcione tan bien hoy en día y haya alcanzado ya los ocho locales, que bordan el pastel de carne que tanto gusta en la ciudad, además de otras especialidades regionales.
“Llevaba muchos años buscando una máquina que fuera limpia, eficaz y rápida”, resume. Hasta que dio con ella. Se trataba de Cashlogy.
"“Cashlogy es ideal para establecimientos de alimentación”"
La instaló en 2015 en uno de sus establecimientos y rápidamente vio que debía ponerla en todos. “Ahora no me planteo abrir un local nuevo sin poner este cajón automático. Lo otro ya es anacrónico”. Argumentos tiene para convencer a propios y extraños. De hecho, él fue el primero que la instaló en Murcia y sus recomendaciones han funcionado en el gremio. Pocos son los que no la tienen. “Me dan las gracias por el consejo cuando me ven”, sonríe Roses.
Como ellos, considera que el hecho de que los dependientes no manejen el dinero es fundamental. No solo por posibles hurtos del propio personal, sino
por higiene. “Manipulan alimentos, así que lo mejor es que no toquen billetes y monedas”. Igual que ellos, valora que nunca haya un descuadre de caja. “Eso es una tranquilidad. Cashlogy nunca falla”.
Y de la misma manera que sus colegas, Roses cree que su rapidez es un valor añadido. Y eso que “se arriesgó” este 2018 a que la usaran los clientes de sus pastelerías. “Al principio les chocaba un poco pero apenas ha habido rechazo. Lo cierto es que son muy sencillas. Además, cuando hay momentos de mucha gente en los locales pongo a alguien para que ayude un poco si es necesario. Pero están más que adaptados a este tipo de pago. ¡Si es que hoy en día vas a un parking y tienes que echarle monedas a una máquina!”.
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