Casos de éxito

Carnicería Otamendi

"Estoy súper encantado con ella porque tiene cero errores, las cajas son perfectas al céntimo"

Con más de 35 años de experiencia y una clientela que lo ha acompañado desde que tenía 14 años, José Ramón Otamendi conoce a fondo lo que significa gestionar un comercio de confianza.
En el año 2000 abrió la actual Carnicería Otamendi, aunque su trayectoria comenzó mucho antes, en un local que aún hoy sigue utilizando como obrador. Hoy, con un equipo de 9 personas, sigue apostando por evolucionar sin perder la esencia del trato cercano.

Una decisión que cambió su día a día
Como muchos comerciantes, José Ramón comenzó con una caja registradora tradicional. Pero con el paso del tiempo, las diferencias en caja, los errores con los cobros y la complejidad de los cierres diarios lo llevaron a buscar una solución más segura. Así llegó Cashlogy a su negocio, hace ya más de un año. “Estoy súper encantado con ella porque tiene cero errores, las cajas son perfectas al céntimo” .

El cambio fue inmediato. Desde el primer momento, notó cómo desaparecían los fallos en los cobros. “Ahora todo va directo, no hay posibilidad de equivocarse”. El cuadre de caja es rápido, exacto y automático. Algo que, para un comercio de alimentación con mucho movimiento, marca la diferencia.

"Lo controlas todo desde el móvil, estés donde estés. Te da mucha tranquilidad"

Control total, incluso cuando no está en el local
La tecnología también ha traído tranquilidad fuera del mostrador. Gracias a Cashlogy app, José Ramón puede consultar los movimientos desde el móvil, aunque no esté físicamente en la carnicería. “Lo controlas todo desde el móvil, estés donde estés. Te da mucha tranquilidad“.

Un sistema que disuade a quien quiere engañar

En el pasado, vivió intentos de estafa con billetes falsos o confusiones intencionadas con el cambio. Ahora, eso ya no ocurre. Antes te decían “te di un billete de 20, y te entraba la duda. Ahora la máquina sabe exactamente qué ha entrado. No se equivoca nunca”. Incluso los estafadores habituales han dejado de intentarlo: “Cuando ven la máquina, ni entran. Saben que aquí no pueden”.

Inversión que merece la pena
Aunque hoy en día la mayoría de sus clientes pagan con tarjeta, José Ramón no duda en afirmar que invertir en una solución de gestión de efectivo como Cashlogy ha sido un acierto rotundo. “Al 100%. Es un beneficio y grande. La tranquilidad de que sabes que siempre te va a cuadrar la caja, perfecto”.

Conclusión
Carnicería Otamendi es un ejemplo claro de cómo la tradición y la tecnología pueden ir de la mano. Gracias a Cashlogy, José Ramón ha ganado lo más importante en un negocio: tiempo, confianza y tranquilidad.

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